LetraYArroba

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viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Cómo ama la Venezolana?

La verdad no se oyen mujeres que hablen intimidades en programas con mucha frecuencia, quizás entre amistades, dentro del baño de la oficina y tengan en cuenta que esas amistades luego cuentan todo el rollo a propios y extraños, dejando eso de la amistad de lado porque tener el chisme más bueno es mucho mejor. Pero sin irme por las ramas hoy al observar un aviso en mi ya tristemente guigue de todos los días, este decía: "Cambio mujer de 30 por dos de 15" ( antes era 2 de 20 por una de 40, pero creo que ahora tener 30 es malo en los sectores bajos) pero más que pensar en el aviso sexista, me concentre en si las acciones de la mujer en el campo sexual desmejoran o mejoran con los años realmente y si es así, que tanto nos parecemos a otras mujeres, localmente, nacionalmente o globalmente. Es acaso la mujer venezolana diferente en actos y respuestas? Es la mujer venezolana esclava del sentimiento en su relación o se permite placer? Porque creo que nosotras no pensamos nunca jamas en el placer sino en el amor, "en que lo estamos haciendo", y es que las novelas y el cine (novelas hechas películas en su mayoría) nos han convencido casi a la perfección de ese dichoso termino de: hacer el amor, y en lo particular el amor no esta en eso solamente. No puede ser tan básico. No debería ser tan sencillo de explicar. O de hacer. Sin duda cualquier recamara venezolana esta llena pero creo que de costumbre y de rutina, pero de placer y amor es muy difícil saberlo. No son preguntas fáciles. Tenemos un estúpido temor al terapeuta sexual, porque nos creemos fracasados por acudir a uno de ellos. Aun vemos mal que un hombre estudie enfermería, menos admitiríamos visitar a un sexologo. Y esto se ve en ambos sexos por igual. Es muy posible que la mujer venezolana por su condición de latina con crianza católica nunca pueda desarrollarse explicitamente con su pareja, en su habitación, porque no estamos nada lejos de las cohibiciones que viene con nuestra crianza. Y lo malo es que tenemos miedo de nuestros propios conceptos de cuerpo, sexo, placer y crianza y seguimos adoptando los patrones que nos ha relegado en los cuales, la mujer no puede ni debe sentir placer ni ser dominante en la relación, o peor: cuando una mujer se activa como madre se pierde en hijos y deberes maternales, olvidando su identidad sexual: "por miedo a ser descubierta por los niños", y no tomemos en cuenta a la pareja sino que ella misma se relega su derecho a expresarse sexualmente a razón de ser esta imagen tan valorada y venerada de " la madre atenta" lo que al final le dejará más cargas que felicidades, y un tardío regreso a su placer el cual viene con una actitud muy poco madura, todo arropado en una frase que usa cualquier mujer divorciada: "Yo trabaje mucho por esta familia"


La mujer venezolana ama, pero sus conceptos del amor no están del todo claros y poseen una base de baja autoestima que continua en el tiempo como la velada explicación del tesoro que somos, dado que este país hasta nombre de mujer tiene.

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