LetraYArroba

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martes, 15 de diciembre de 2009

Atraco Amable.

El día de ayer sali con mi hermano menor todo un hombre ya, en las cercanías a mi casa dos individuos se montaron con una intención en sus rostros (el venezolano ya tiene una incurable paranoia y cualquier rostro se tiene y se ve como enemigo) en parte estuve en lo correcto, en parte estuve equivocada. Efectivamente pidieron dinero a causa de la muerte violenta de uno de los suyos, y aunque no creo que deba explicar que significa la palabra violenta en la frase, los chicos que se montaron tenían el léxico que identifica a un delincuente, lo que da cuenta de como habrá sido esa "muerte violenta". Su llegada hizo que las caras que tenia cerca cambiaran realmente rápido, algunos en evidente nervio, otros escondiendo lentamente sus pertenencias para no dar lo que se ganan con su esfuerzo, aun cuando mucho de lo que usamos no es original, son piezas y ropa de piratería que nos hace también ladrones amables, o algo peor quien sabe. Su discurso breve y su presunta falta de armas aun no calmaba a nadie, mi hermano de rostro tranquilo, es de los que pelean, en parte es bueno, en parte malo. Yo soy igual. En una experiencia de hace un año, me resistí aun cuando pude ver el cuchillo, tan cercano a mis costillas izquierdas. Los dos individuos en el transporte pasaron por mi lado, íbamos de pie, luego nos sentamos, yo no le di nada, a pesar de lo intimidante de la situación. Tres paradas más adelante bajaron dejando esa sensación de "lo casi fatal" en todos. Esos son los días en que observas a la gente a la cara, si es que se dejan ver, con un nervio que les dura hasta que van a dormir. Queda la semilla en los que jamas han vivido un atraco y en los que ya lo han vivido y vuelven a experimentarlo ven como sube su miedo, al punto de invocar la invisibilidad. Pero este, como dije, fue un atraco suave, solo de palabras. Solo que quien decía las palabras ya lo había dicho todo con su cara.

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